El París Saint-Germain no encuentra en 2023 el hilo de la victoria y la eliminación anoche en octavos de final de la Copa de Francia a manos de su eterno rival, el Olympique de Marsella, es una señal de alarma de una crisis que llega en el peor momento, en vísperas del retorno de la Liga de Campeones.
El equipo de la capital afrotará el próximo martes al Bayern de Múnich sin su estrella Kylian Mbappé, lesionado, e inmerso en un gran desconcierto por las consecuencias de su baja, que han puesto al descubierto otras carencias del equipo.
Autor de 20 goles en lo que va de temporada, siete de ellos en Europa, el atacante de 24 años se había convertido en el gran estilete del equipo, que hasta que llegó el Mundial Qatar 2022 estaba teniendo resultados por encima de su nivel de juego.
En lo que va de año, tras volver del Golfo Pérsico, el equipo, que hasta entonces había sumado 41 de 45 puntos posibles, ha concedido dos derrotas y un empate en liga, a lo que suma la eliminación copera.
En el estadio Velódromo el PSG mostró su peor cara y dejó una marcada sensación de impotencia ante un rival bien armado, lo mejor que se va a encontrar en su propio país, un mal augurio para afrontar en pocos días al campeón de Alemania.
Los bávaros, que no conocen la derrota desde septiembre, parecen haber superado un bache de juego y su identidad, lo que les ha reforzado en el liderato, aunque el Union Berlín les pise los talones.
En París las aguas bajan más turbias. Como cada año cuando se acerca la Liga de Campeones, las estructuras del club comienzan a temblar y las enormes expectativas que la lluvia de millones cataríes atraen al club francés generan tensión en todos los niveles.
El club tiene como objetivo claro la Liga de Campeones y un tropiezo en esa competición, uno más, volvería a dejar al equipo en un limbo difícil de aceptar.
Sin Mbappé, todos las miradas están centradas el en argentino Lionel Messi, que ha regresado del Mundial con las pilas cargadas, pero cuyo brillo ha quedado muy aislado con respecto al resto del equipo.
El exbarcelonista se echó al PSG a las espaldas en el penúltimo duelo ante el Toulouse, pero no fue suficiente contra una armada bien formada como la del Marsella.