Luego de mucha especulación, finalmente conocemos que la gerencia de Baltimore y su QB estrella, Lamar Jackson, no llegaron a un acuerdo, por lo que decidieron mantenerlo con la opción de la etiqueta de jugador franquicia.
En la fecha límite para asignar la etiqueta, los Ravens decidieron que la mejor opción para mantener a su mariscal por una temporada más, era como jugador franquicia, aunque la etiqueta le permite a Lamar la posibilidad de entablar conversaciones con otros equipos, pero la gerencia de Baltimore podría mantenerlo si logra igualar la oferta de otro club.
Lamar Jackson habría ganado la cantidad de 45 millones de dólares al año de aceptar la oferta inicial de los Ravens, ahora ganará la cantidad de 32.416 millones de dólares por la siguiente campaña, una cifra establecida por la liga.
La etiqueta de jugador franquicia le compra tiempo a Baltimore, principalmente para poder negociar un contrato a futuro en la siguiente campaña; aunque los Falcons se posicionan como uno de los destinos del QB.