Después de un partido tenso, tras cinco temporadas, el LAFC por fin pudo ser campeón de la MLS.
Durante los primeros 90 minutos, el equipo de Los Ángeles fue empatado en un par de oportunidades y cuando parecía que el campeonato se les iba de las manos, Gareth Bale empató el marcador 3-3 con un cabezazo dramático a los 98 minutos del tiempo corrido.
Tuvieron que irse a tanda de penales, en donde el arquero suplente John McCarthy tapó dos disparos en la tanda de penales para así vencer 3-0 al Union de Filadelfia desde los 11 pasos para coronarse en la MLS por primera vez en la historia.